viernes, 30 de enero de 2015

"Nos hemos quedado con la boca abierta"

Samanta Villar regresa esta noche de su retiro voluntario para mostrar temas insólitos en cuatro especialesde ‘Conexión Samanta’ (Cuatro)

El año sabático televisivo de Samanta Villar (Barcelona, 1975) llega a su fin. La periodista regresa a Cuatro esta noche, a las 22.30 horas, con cuatro programas especiales de ‘Conexión Samanta’ producidos por Boca Boca. «Son temas reveladores que no se tratan en los medios», avanza. Entre ellos, la moda de los bebés ‘reborn’, muñecos de silicona que parecen reales y a los que los adultos visten y miman como si fueran sus hijos.

- ¿Qué tal le ha sentado este descanso voluntario?
- Fenomenal; no podía haber tomado mejor decisión. Prácticamente me he dedicado a documentarme, a leer y a pensar, y eso se nota.
- Pues entonces no ha sido tan sabático...
- Pero eso de poder ir al mercado, cocinar y tumbarme en el sofá ya me parece bastante sabático (risas). Con eso me conformo
- Y ahora vuelve con cuatro especiales.
- Le hemos dado la categoría de programas especiales porque pensamos que son temas periodísticamente relevantes y relevadores y que merecen una buena atención porque existen, pero no se tratan en los medios. Me refiero a los bebés ‘reborn’ (renacidos en inglés), la intersexualidad o los trastornos alimenticios en hombres.
- Este último caso siempre se enfoca a las mujeres.
- Y por eso ellos mismos y sus familiares se sorprenden de que una anorexia o una bulimia pueda afectar a un chico. Eso impide un diagnóstico más temprano porque lo niegan. Por eso es importante empezar a hablar de esto. También tocaremos el trastorno por atracón, en el que los afectados recurren a la comida para superar sus problemas.
- ¿Qué son los bebés ‘reborn’?
- Cuando nos topamos con esto nos quedamos con la boca abierta. Son unos muñecos hiperrealistas, tanto que parecen de verdad un bebé. Muchos pueden costar hasta 3.000 euros. Resulta que algunas mujeres los utilizan como si fueran de verdad, los tienen en cunitas en casa, los peinan, los visten, los sacan de paseo… Muchas de ellas han perdido un hijo o no pueden tenerlos y por eso los compran. La pregunta que nos hacemos es si este fenómeno es una patología o no, pero no juzgamos.
Preparando un libro
- Siempre se implica mucho, ¿ha cruzado alguna vez la línea roja?
- Si se refieres a correr riesgo físico real, cruzamos la línea roja en el reportaje de ’21 días en la mina’ en Bolivia. Estábamos a 80 metros de profundidad con una ausencia absoluta de medidas de seguridad. Surgió un dilema, jugarnos la vida bajando los 21 días o dar un paso atrás y solo grabar un par de ellos. El objetivo era volver y contarlo, no convertirnos en unos héroes.
- Ahora los reportajes reabren casos judiciales, como ‘Ciutat Morta’.
- Lo curioso es que este documental ya circulaba y estaba en internet. Es una buena noticia para el periodismo que tenga relevancia, que remueva cosas y la audiencia lo secunde. Además, son temas que tan solo requieren que estés despierto y que los trabajes.
- ¿Está pensando ya en los próximos temas?
- ¡Siempre! Cuando estoy haciendo un trabajo ya estoy pensando en el siguiente, me aburro si no lo pienso.
- ¿No se suma a la moda de escribir un libro?
- Llevo cinco años escribiendo uno. Es periodismo narrativo y va de historias de la prostitución en España. Es muy rompedor porque me centro en la prostitución voluntaria, ¡se me va a tirar encima la mitad del feminismo en España! Pero eso es lo que hay, es la realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario