Samanta Villar es una periodista española, licenciada en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha tocado todos los ámbitos periodísticos, desde ayudante de realización, presentadora de los informativos, hasta reportera. Su labor más exitosa llegó en 2009 con el programa ’21 días’, el cual obtuvo el premio ondas. En el año 2010 decide abandonar este programa para estrenar el que en la actualidad se llama ‘Conexión Samanta’, que se puede ver todos los martes a las 23:45 en cuatro. ‘All The Culture’ ha hablado con ella sobre la crisis periodística, sus proyectos, y mucho más. ¡No te lo pierdas!- ¿Desde siempre soñaste con ser periodista?
Desde muy pequeñita, sí. Me gustaba escribir, escribía cuentos, cartas y un día mi padre sugirió que me convirtiese en periodista. Me pareció buena idea.
- ¿Qué te impulsó a querer dedicarte a ello?
Con el tiempo me apasionó la imagen, la televisión, el cine, la fotografía. En la facultad quise especializarme en audiovisual. Y me encantaba la denuncia social. Eso me empujó.
- ¿Quiénes fueron y son tus modelos a seguir?
Me gusta ver muchas cosas diferentes. Iñaki Gabilondo me parece un maestro, pero también aprendo con documentales (en los últimos años se han hecho algunos buenísimos), e incluso con programas muy heterodoxos. Desde Michael Robinson a Albert Om, en TV3.
- Como periodista, has pasado por casi todos los ámbitos, ayudante de realización, presentadora de informativos, reportera, ¿en cuál de ellos te sientes más cómoda?
Creo que cada uno tiene su época. A mí me ha gustado el cambio desde siempre. Es un reto, y eso me encanta. En cada ciclo de la vida el cuerpo te pide algo distinto. Ahora es más la calle. Llegará un día que me volverá a apetecer el plató. 
- Y en cuanto a la especialización, ¿con cuál te quedas?
Los sucesos quizás es lo que menos me gusta, porque hay poco que aportar en términos de enfoque periodístico o creatividad. Todo lo demás me parece apasionante.
- Todo el mundo conoce a Samanta Villar por el conocido programa “21 días…” ¿cuál crees que fue la clave del éxito?
El formato fue rompedor y muy bien planificado. Tres reportajes iniciales impactantes con los que enganchar a la audiencia. Después tratamos temas más suaves, cuando el espectador ya nos conocía. Los reportajes estaban muy bien trabajados porque el equipo era excelente. Yo era la parte visible de ese trabajo, pero sin ellos no se habría conseguido el éxito.
- Has sido nominada a diversos premios, y también has ganado otros como, el ondas en 2010, ¿cómo te sentiste al ver recompensado tu trabajo? ¿Qué supuso para ti?
Supuso la confirmación de que hacíamos un buen trabajo. No hay que olvidar que al principio el programa fue controvertido. El Ondas nos ayudó a silenciar críticas injustas.
- ¿Qué diferencias hay entre “21 días” y “Conexión Samanta?
En 21 días la reportera vive la experiencia en primera persona. En Conexión Samanta soy la acompañante del protagonista, es distinto.
- ¿Quién es el encargado de elegir los temas para el programa?
Entre todo el equipo se elabora una lista de temas y Cuatro hace la selección final.
- ¿Qué parte de la realización del programa es la más difícil?
Lo más difícil siempre es el rodaje, porque es lo único que no puedes controlar al 100%. Grabamos sobre la marcha, hay que ser flexible y rápido para adaptarse a lo que va sucediendo. Hay que procurar que los personajes se sientan cómodos todo el tiempo. Es lo más estresante.
- Cuéntanos alguna anécdota de los programas.
En 21 días fumando porros, el equipo inhalaba sin querer el humo mientras rodábamos las secuencias con los personajes y ellos acababan igual de “fumados” o más que yo. Así era muy difícil trabajar, aunque nos reíamos mucho.
- ¿En qué programa te has llevado alguna sorpresa, algo que no esperabas? Y ¿por qué?
Rodando víctimas de la administración teníamos el caso de un chico que llevaba 6 años pidiendo que le hicieran el DNI pero por problemas con su partida de nacimiento no lo conseguía. La administración no hacía nada al respecto. El día que fuimos a rodar, le llegó la carta con el papel que necesitaba. De repente todo el rodaje nos había cambiado de la noche a la mañana, y tuvimos que improvisar. Al final el resultado fue espectacular.
- El mundo del periodismo está sufriendo una doble crisis, la económica y la de la información, ¿Qué opinas sobre esto?
Que o reaccionamos, o nos haremos prescindibles. La gente quiere creer en algo, estamos perdiendo una oportunidad de oro para conseguir su confianza y hacer un buen trabajo. Los directivos de los medios demuestran poca capacidad.
- ¿Qué solución propondrías para la salida de la crisis del periodismo?
Retomar el compromiso con la sociedad, con la utilidad de la información, con la denuncia. Sólo así nos haremos imprescindibles de nuevo.
- Cada vez se da más el fenómeno del intrusismo en el periodismo, ¿qué piensas de ello?
No me parece el gran mal de la profesión. Es peor el resultado de muchos titulados en periodismo que no hacen bien su trabajo.
- ¿Alguna vez te han puesto obstáculos o pegas a la hora de tratar cierta información?
Nunca he sufrido censura directamente, pero el canal sí selecciona los temas que le apetecen tratar con criterios comerciales.
- Falta de comunicación, manipulación, estas son algunas de las características que la sociedad pone a los medios de comunicación, ¿cómo se solucionaría la visión que tienen de los medios la gente? ¿Existirán los medios de calidad? ¿La confianza volverá?
Sí volverá. El primero que lo haga, se llevará el pastel. La gente está ávida de información importante, útil y novedosa.
- Sé que no eres valenciana, pero en cierto modo esto nos afecta a todos o casi todos, ¿qué piensas sobre el cierre de RTVV?
Soy medio valenciana. Yo crecí en Valencia y mi familia directa sigue viviendo allí. El cierre de RTVV es una vergüenza para la comunidad. Su deterioro ha sido una constante en las últimas décadas y cuando no han conseguido convertirla en negocio para los círculos de influencia política, han decidido acabar con ella. Los responsables de ello no son solo los políticos ni los mandos politizados, también de los redactores y presentadores que se sentían cómodos con la manipulación y la toleraban, a pesar de tener los trabajos blindados al ser funcionarios y, por tanto, las manos libres para denunciarlo, oponerse y luchar. Es una vergüenza compartida.
- ¿Qué esperas de las nuevas generaciones de periodistas?
No espero mucho, pero quiero creer que algunos serán buenos y lucharán por la profesión.
- Por último, podrías darnos algún consejo para aquellos que estamos y están estudiando periodismo, quizás una esperanza que nos empuje a seguir con nuestros sueños.
Aconsejo que seáis apasionados, comprometidos con la sociedad y constantes en el trabajo. Es difícil no tener éxito con esos ingredientes.
- Muchas gracias por tu tiempo, te deseamos mucha suerte en tus proyectos.
Gracias, igualmente.
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